Los pies como parte esencial en la estática y en la dinámica humana, son el último extremo de la cadena osteomuscular de las extremidades inferiores, su comportamiento en todas las actividades dinámicas y estáticas va a influir en el resto de segmentos (tobillo, tibia, cadera, fémurs, columna y mandíbula). De ahí la importancia de nuestros pies en el equilibrio, soporte y marcha del resto de nuestro cuerpo. Si un solo pie presenta una alteración biomecánica, la afectación consecuente es en cadena al resto del sistema osteomuscular de las extremidades inferiores.
Es esencial realizar dentro de una exploración clínica, un estudio biomecánico y analizar sus calzados para un correcto tratamiento ortopodologico posterior.
La exploración biomecánica de los miembros inferiores nos aporta información sobre las características individuales del aparato locomotor de cada paciente lo que nos permite realizar tratamientos ortopédicos personalizados que mejoren la función.
Este análisis se realiza en camilla con valoración articular y muscular del pié, tobillo y cuando es necesario, rodilla, cadera y columna vertebral.
Estudiando los centros de presiones sobre la huella plantar del pié de entrada al paso, descalzo, con calzado. Se analizan los tres componentes de la resultante de las fuerzas ejercidas durante la marcha normal, así como los impulsos, las velocidades, la trayectoria y los patrones de huella.
Es frecuente que tras la exploración biomecánica detectemos lumbalgias (dolor lumbar), gonalgias (dolor en las rodillas), así como sobrecargas musculares, que tenían su origen en una mala posición del pie, y que podremos tratar corrigiendo esta alteración del pie.
El seguimiento del pie durante el crecimiento y desarrollo del mismo nos permitirá posibles patologías las cuales presentarán mejores perspectivas de tratamiento debido a su detección precóz. Es imprescindible como mínimo una exploración podológica a los 3 años y luego repetirla cada dos años hasta que finalice el crecimiento para asegurarnos un buen desarrollo del pie durante esta etapa de crecimiento.
Especial relevancia adquiere esta exploración para los deportistas, en especial corredores y practicantes de deportes en carga como el futbol, baloncesto, tenis, etc. No sólo nos servirá para diagnosticar las patologías que afecten al pie si no que nos servirá para valorar posibles alteraciones en el movimiento, que podrian desencadenar lesiones en el futuro.
El pie del diabético debe tener un cuidado especial, además de los cuidados quiropodológicos. Detectar los puntos de hiperpresión plantar así como deformidades óseas, nos ayudará a prevenir la aparición de úlceras aplicando la compensación ortopédica adecuada, y en el caso que ya se hayan formado las citadas úlceras nos eliminará presión de las mismas facilitando la curación.