Cada vez mayor número de enfermedades que pueden mermar la calidad de vida, debido a la persistencia de determinadas conductas, potencialmente generadoras de riesgo de enfermedades en los pies. Es desde este punto de vista de nuestra realidad cotidiana, desde el que se pone de manifiesto la importancia del papel podólogo en el proceso de prevención de las patologias relacionadas con los pies.
Prevención Primaria: Está enfocada a evitar la aparición de la enfermedad en general, y del pie en particular, por medio de actividades educacionales y de diagnóstico precoz selectivo en pacientes con enfermedades de base como la Artritis Reumatoidea, Cardiopatías, Diabetes, Estrés u Obesidad.
En este estadío de la prevención focalizamos mayormente nuestra atención en el Pie de Riesgo.
Cuando tras la evaluación clínica el paciente presenta una o varias enfermedades generales o sistémicas tales como ; artritis reumatoide, diabetes, cardiopatía/vasculopatías, amputaciones, etc... y/o deformidades de la estructura anatómica del pie, nos encontramos ante un paciente con un alto grado de riesgo de padecer patologías relacionadas con sus pies.
En ocasiones la consecuencia indirecta de una enfermedad sistémica puede llegar a la amputación, aparición de úlceras, infecciones diversas (local, celulitis, osteitis, osteoartritis), atrofia muscular, y deformaciones óseas como en la artropatía de Charcot, entre otras.
Es frecuente detectar neuropatía o vasculopatía periférica asociadas a enfermedades y factores de riesgo como diabetes, alcoholismo, tabaco o lepra.
No hay que olvidar que otras enfermedades no tan conocidas cursan con neuropatía y vasculopatía periférica, como la espina bífida o el Charcot-Marie-Tooth.
Basándonos en la detección del grado de riesgo del pie (grado de neuropatía y vasculopatía, puntos de presión y resolución de lesiones antiguas) y las características de cada paciente, intentamos dar una respuesta preventiva a los puntos de riesgo del pie.
Se centran en la resolución de una lesión ya instaurada que pueden ser diversas.
No obstante, es importante un abordaje multidisciplinar por parte de médicos endocrinos, vasculares, podólogos... para contribuir de la mejor manera en la prevención de cualquier lesión del pie que pueda conducir a la amputación.
Independientemente del tratamiento de las úlceras o lesiones de la piel cuando están presentes; intentamos abordar el pie de riesgo con la aplicación de medidas preventivas, controles anuales, controles radiológicos, exploraciones clínicas y estudios biomecánicos, con la finalidad de contribuir en la salud de nuestros pacientes.